La disfagia es la dificultad que tiene una persona para tragar la comida que tenga en la boca. Esta enfermedad puede producir atragantamientos, alteraciones nutricionales (al no tragar bien, comen menos) o problemas respiratorios (la comida se va por la laringe en vez de la faringe).
La disfagia es típica de personas que padecen enfermedades neurológicas como Parkinson, Alzheimer, Ictus… En personas mayores, la disfagia se puede deber al mal estado de las encías, de los dientes y a la poca producción de saliva.
Para facilitar a las personas con disfagia el que puedan tragar es importante modificar la consistencia de las comidas y su tamaño. La comida sólida se puede triturar en forma de puré. Si no se dispone de tiempo, existen complementos alimenticios que se mezclan con agua y están listos para tomar.
Por el contrario, los líquidos se deben espesar con espesantes o gelificantes, para evitar que acaben en las vías respiratorias.
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